DE PROFESIÓN, EQUILIBRISTA

Estima

Tras hacerme todas y cada una de las preguntas propuestas, (qué incómodo resulta a veces que te pregunten), descubrí el doblesentido del nombre de este paso, pues terminé con una sensación de cariño hacia mí misma por la decisión de recortar el uso de las pantallas a mi alrededor.

Las dos últimas preguntas me parecieron reveladoras. Sobre todo la última de cierre; ese de nada entre paréntesis...

Entendí que si las personas expertas que dinamizan esta acción las habían incluido era porque las habían considerado pertinente, y me recorrió el cuerpo una especie de escalofrío, o quizá fue desazón.

* Nota mental: el miedo a la nada.

Monitoriza

Utilicé la propia aplicación del dispositivo IOS para hacer la monitorización del uso de mi teléfono.

La había utilizado alguna vez para ver el uso general, pero en esta ocasión, con el foco puesto en esta actividad, descubrí muchos detalles sobre el uso relativo por aplicación, por momento del día, y día de la semana.

Observa, compara y evalúa

Inicialmente, la estimación que hice fue mayor que la utilización real del dispositivo.

Creo que inflé mis estimaciones debido a mi malestar actual por uso de las pantallas. Al tener que trabajar varias horas al día con un ordenador (de 7 a 9 horas), creo que pensé que cualquier uso era demasiado.

Respecto a la distribución de uso a lo largo del día, lo esperado. El uso de WhatsApp es constante, pues en el trabajo utilizamos a veces ese canal durante la jornada (varios grupos diferenciados).

Por la tarde, tiempo que suelo compartir con mi hija de 8 años, comprobé que se confirmaba la hipótesis de la baja utilización de redes, aunque el ordenador es una pantalla que aparece en esos momentos y no la tengo sincronizada ni monitorizada.

Cierto es que si tengo que hacer alguna tarea, suelo utilizar el ordenador de mesa de casa, y compartimos el espacio físico (está en el salón). Vengo comprobando que es en esos momentos en los que más me solicita coger su ordenador.
Lo utiliza para escribir cosas como nosequé@gemail.com.
Lógica aplastante. Cuando estoy disponible para hacer con ella cualquier cosa, nunca propone una pantalla.

De momento y personalmente me veo bien, sigo tirando de libro en papel antes de dormir, aunque a veces caigo en las luces de neón (últimamente para leer las propuestas de María Brea).

Pero identifico, como cuando dejé de fumar, que ha aumentado mi irascibilidad cuando hay algún uso a mi alrededor que me dificulta la comunicación con esa persona.

Creo que tendré que aplicar ahí el criterio de equilibrio. Cada una/o tiene su ritmo.

Medidas y conclusión

Respecto a medidas concretas, tendré que poner en práctica la comunicación asertiva en  algunos chats de Whastaapp del trabajo, e incluso, por qué no, salir de ellos y sobrellevar el proceso de FOMO que pueda llevar parejo (uno de los conceptos en los que he profundizado en este Nooc).

No tengo notificaciones sonoras desde hace tiempo, pero quizá vaya más allá y quite notificaciones definitivas, o desinstale alguna red más.

Paso a paso, a veces de giganta, a veces de hormiga.



*Imagen "La persistencia de la memoria" de Salvador Dalí

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